Wallace y Wang (2020) realizaron un estudio usando métodos mixtos con una muestra de 821 personas, para determinar si la salud física y mental de las personas privadas de libertad, así como los cambios que puedan experimentar después del término de su condena, estaban relacionadas con las probabilidades de reincidencia. Los hallazgos indican que una mejor salud física (tanto durante la condena como después de la recuperación de la libertad) está relacionada con una menor probabilidad de reincidir. Por otra parte, una mejor salud mental (tanto durante la condena como después de la recuperación de la libertad) está relacionada con una disminución en las probabilidades de reincidencia. En particular, los individuos con dificultades de salud mental que logran mejoras significativas después de su liberación, experimentan reducciones más profundas en sus probabilidades de reincidir. Por último, la combinación de mejor salud mental dentro de la cárcel y mejoras en la salud mental posterior al término de la condena, están asociadas con reducciones en la probabilidad de reincidencia, tanto como quebrantamientos de beneficios (por ejemplo, no cumplir con las condiciones de una libertad condicional) como a través de nuevas condenas. En síntesis, la salud dentro de la cárcel sigue influenciando a los individuos después de la obtención de su libertad y está asociado con sus probabilidades de reincidir.

No se especifican.

1. Wallace y Wang (2020)